Si hemos detectado que nuestro hijo es víctima de bullying, no hay que buscar culpables en el o en nosotros mismos.
– El niño debe sentir confianza y seguridad en su casa y debe existir un ambiente ameno.
– El niño debe saber que no está solo y que siempre puede pedir ayuda.
– No debes mostrar preocupación. El niño tiene que ver en tu rostro determinación, optimismo y entereza.
Se debe buscar un profesional para poder solucionar el conflicto, mantener una relación de comunicación con la escuela para poder contar con su apoyo. El hogar es el principal soporte de amor y de la educación de los hijos. Es allí donde aprenden valores y conductas por lo que debemos evitar confrontaciones en el hogar , así como agresiones físicas y verbales , para que no sean imitadas.
Es determinante comprender que el acoso no se resolverá solo. Al contrario, sin la adecuada intervención de todos los implicados, derivará en un problema mayor, incluso con fatales consecuencias para la quien lo padece.